Unas veces me siento como un gorila y otras como un agaporni.
Unas veces me siento como un gorrión piando y otras como un mosquito en el circo a la hora de los aplausos.
Unas veces me siento como estómago sin alimento y otras como un niño lleno.
Unas veces me siento como un animal en el veterinario y otras como cuando un niño tiene que esperar a su madre de la manicura.
Unas veces me siento como un delfín en obra de delfines y otras como si estuviera hablando a la pared.
Unas veces me siento como si me hubieran dado ocho tabletas de chocolate para mí y otras como si me hubieran dado ocho tabletas y tuviera que darle a mi hermano.
Yang, Martina y Esther.
No hay comentarios:
Publicar un comentario